Chakra Ajna: Yo Veo
El chakra Ajna, o plexo carótido, es el sexto de 7 centros energéticos principales descritos en la Yoga. La existencia de esta nube de energía tiene correspondencia a una concentración nerviosa y vascular en el cerebro.
Ajna viene del sánscrito que significa «Centro de mando», y se vincula con la glándula hipófisis y el hipotálamo. Energéticamente, nos conecta con la energía del pensamiento visual, el «ojo mental», por tanto su elemento es la luz. Udana-vayu, la energía mental se manifiesta en los últimos tres chakras, Vishuddha, Ajna y Sahasrara. Del tamaño de una lenteja, la hipófisis es llamada la «glándula maestra», ya que está involucrada en la producción hormonal de las demás glándulas en el cuerpo. Mientras que la hipófisis se encarga de procesos tan diversos como la ovulación, lactancia, crecimiento y maduración de los huesos, el hipotálamo es el puente entre el sistema glandular y el sistema nervioso. Es desde el centro frontal donde ocurre la experiencia del pensamiento, la imaginación, el sexto sentido y la clarividencia.
Esta zona del cuerpo nos permite la experiencia de la conciencia. La conciencia es el observador de la realidad y está vinculado con la capacidad para ver. La experiencia de la realidad viene a través de la dualidad subjetiva, yin yang, masculino-femenino, sol-luna, luz-oscuridad. Esta dualidad, representada por nuestros dos ojos, se conecta con los nervios ópticos, atraviesa el hueso esfenoides al centro del cráneo y se une detrás de este en el quiasma óptico, el cual está en contacto con la hipófisis, la glándula maestra.
Ajna Chakra es el centro energético de reconciliación de esa dualidad, el «tercer ojo» desde donde la experiencia de la realidad viene dictada a través de las descargas hormonales de la glándula hipófisis. Esto implica que, al recibir un estímulo del entorno, y reaccionar con apegos o con rechazos, el sistema nervioso manda una señal al sistema glandular, y éste a su vez genera una descarga hormonal en el cuerpo que interpretamos como una emoción. Aprender a conectar con Ajna Chakra es reconciliar esta dualidad de placer y dolor, y poder ver «más allá de lo evidente».
A través de la meditación en la energía azul índigo del chakra de la luz Ajna y realizar ejercicios conscientes de la Yoga nos ayuda a liberar los nudos energéticos del plexo carótido. Para esto es preciso alinear nuestra columna con la energía de gravedad de la tierra, así como la liberación de tensión en la cabeza con posturas invertidas, ejercicios oculares o con la resonancia de un mantra, con lo que la libido o energía vital latente conocida como Kundalini, sube a través del canal central sushumna, la médula espinal, y despierta progresivamente nuestra conciencia de regreso a la divinidad.